UN ESTUDIO UNIVERSITARIO DEMUESTRA QUE LA PRECARIEDAD LABORAL AFECTA NEGATIVAMENTE A LA SALUD MENTAL

Un estudio de la Universidad del País Vasco, realizado por el grupo Opik de Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico, revela que la precariedad laboral afecta de manera importante a la salud mental de los trabajadores, poniendo de manifiesto que unas malas condiciones salariales, horarias o de ambiente laboral pueden favorecer la aparición de cuadros de ansiedad y depresión del mismo modo en que lo hace el desempleo.
El informe, que se ha publicado en la revista Gaceta Médica, utiliza los datos sobre precariedad laboral incluidos en la Encuesta de Salud de Euskadi de 2018. Este informe, que edita periódicamente el departamento vasco de Salud, incluyó por primera vez en 2018 mediciones sobre el impacto de las condiciones de trabajo en la salud mental.
El estudio se ha centrado en el análisis de la situación de los trabajadores por cuenta ajena de entre 16 y 65 años, y tiene en cuenta seis variables: la temporalidad, el salario y el desempoderamiento del colectivo, además de la vulnerabilidad de los empleados, los derechos que tienen y la capacidad para ejercerlos.
El estudio concluye que las transformaciones económicas y políticas de los últimos años han provocado un “deterioro significativo” de la calidad del empleo y la inseguridad de los trabajadores. De ahí, el auge de las complicaciones de salud mental, que afectan a la población trabajadora en general, pero a las mujeres y los jóvenes de manera especial.
Por sectores, las personas que trabajan en cuidado doméstico, de niños, mayores o personas dependientes son las más afectadas por problemas de ansiedad y depresión.
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