LA ECONOMÍA CIRCULAR EN LA GESTIÓN DE LOS ENVASES DE FITOSANITARIOS

LA ECONOMÍA CIRCULAR EN LA GESTIÓN DE LOS ENVASES DE FITOSANITARIOS

En los próximos años afrontaremos cambios normativos para alcanzar objetivos ambiciosos que promoverán un cambio en la gestión de los residuos generados. Desde la Unión Europea y UGTCyL se está apostando por modelos de desarrollo en el que el valor de los productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible.
La gestión de residuos en la UE en los próximos años va a tener como objetivo, la protección y la mejora del medio ambiente, a través de una utilización prudente, eficiente y racional de los recursos naturales, en base a los principios de la economía circular (EC).
Los objetivos establecidos por la UE en materia de valorización y reciclado de los envases y residuos de envases para el 2030, es aumentar el reciclaje de residuos hasta el 70%.
El impulso de una economía circular favorece no solo el medio ambiente, sino la creación de nuevos puestos de trabajo.
GESTIÓN DE RESIDUOS PELIGROSOS.
Las nuevas políticas de la UE desde la EC, han de suponer necesariamente una revisión de las actuales directivas de residuos y vertederos. La clave en la gestión óptima de estos residuos, pasa necesariamente por una recogida separada total de los residuos peligrosos de los residuos de origen domiciliario, en la recuperación (valorización de los envases) de los envases que han contenido productos a través de una descontaminación de los residuos peligrosos y en optimizar la recogida selectiva y la mejora de la trazabilidad.
En España la recogida, reciclaje y valoración de estos envases se realiza a través de los más de 5000 puntos de recogida que tiene distribuido la empresa SIGFITO Agroenvases, S.L., a lo largo del territorio.
En 2017 se recogió el 51,5% del total de toneladas de plástico generado por los fabricantes y envasadores de productos fitosanitarios, el 99,9 % del plástico recogido se recicló (en 2017 se recogieron 3430,9 Toneladas de plástico en toda España y en Castilla y León fueron 416 toneladas, datos de la memoria 2017 de Sigfito Agroenvases, S.L.) y se valorizaron el 0,08% del total (2,6 toneladas).
En 2017 muchos agricultores entregaron envases, pero sólo 136.823 agricultores solicitaron el correspondiente justificante. Si tenemos en cuenta que, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2016, se encuentran censados 870.753 agricultores que cuentan con explotaciones agrarias en España, concluimos sólo el 15,7% lo solicitaron lo que nos da una idea del número de usuarios que faltarían de registrarse en el sistema de recogida.
En Castilla y León fueron 19.352 los agricultores que solicitaron el albarán cuando efectuaron la entrega de los envases, lo que supone el 30,5% del total de 63372 agricultores inscritos en el INE.
Es importante destacar que, cuando el agricultor deposita sus envases en los puntos de SIGFITO, tiene la obligación de solicitar el albarán para justificar su cumplimiento con la ley, al igual que ha de conservarlo durante tres años, para así poder justificar el cumplimiento de la normativa, sobre el uso de productos fitosanitarios.
NUEVOS RETOS EN LA GESTIÓN DE LOS ENVASES.
A pesar de que existen unas obligaciones derivadas de la legislación europea y nacional, tanto para gestores como para usuarios, analizando los datos vemos que actualmente no tenemos una correcta gestión del 100% de sus residuos agropecuarios, pero es un reto ya en marcha que sin duda permitirá reforzar la idea de una aprovisionamiento sostenible. Pero más allá del cumplimiento de la Ley hay otros retos pendientes, tanto para gestores como para los agricultores.
La mejora en los procesos y las técnicas de valorización de los envases; y la recuperación de los envases han de ser los objetivos para los próximos años de los gestores de residuos. Aunque se han alcanzado el 99,9% en cuanto al reciclaje de los envases recogidos, todavía estamos lejos de unas cifras aceptables en cuanto a la valoración de ellos, solo el 0,08% del total han vuelto a la cadena de valor.
Solo el 15,7% de los agricultores han solicitado el albarán de recogida, esto es un dato preocupante ya que es muy importante que los agricultores pidan el albarán al punto de recogida tras entregar sus envases para que puedan justificar que han cumplido con la normativa (artículo 41 del Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios) y nos permitiría conocer con exactitud el % real de envases y así garantizar sistemas eficaces de la correcta gestión del 100% de sus residuos agropecuarios.
La concienciación por parte de los agricultores en cuanto a una correcta separación de los envases de productos fitosanitarios del resto de envases de plástico y lavado de los envases durante la preparación de las mezclas, es importante para optimizar los procesos de valoración.
En la actualidad la red de recogida de residuos de SIGFITO, únicamente recoge aquellos envases que hayan contenido productos fitosanitarios, sin embargo ¿qué ocurre con aquellos otros residuos agrarios que no son envases como por ejemplo, los plásticos de invernadero, acolchados, ensilados…, las tuberías para el riego, cuerdas, protectores, postes, cuerdas de atado de alpacas, etc..?.
Estos residuos con la legislación actual obliga al agricultor a darse de alta como productor, contratar a un gestor autorizado, llevar los registros y hacer las declaraciones pertinentes. Todas estas cargas administrativas para los pequeños agricultores, representa “una complicación añadida” y repercute negativamente a la hora de reciclar los residuos que se generan en una explotación agraria. Reduciendo estas cargas administrativas en la gestión individual de los residuos, se fomentaría más el reciclaje y por ende se reduciría el impacto ambiental que originan una mala gestión de los residuos.
La alternativa a la gestión individual de residuos, es un sistema colectivo que permita la gestión adecuada de una gran variedad y cantidad de residuos, que a su vez posibilite disminuir la huella ambiental en la cadena de suministro y especialmente en la fase productiva.
Con los sistemas colectivos de gestión de residuos en el ámbito agrícola, minimizamos los riesgos para la salud y el medioambiente. Por eso, el objetivo para el sector agrario debe ser el garantizar que el 100% de los residuos agropecuarios dispongan un sistema de gestión adecuado, mitigando así al máximo el impacto ambiental en la fase productiva y contribuyendo a un aprovisionamiento más sostenible en la cadena agroalimentaria

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