28 Feb INFARTOS, ICTUS Y DERRAMES, PRIMERAS CAUSAS DE MUERTE LABORAL EN CASTILLA Y LEÓN
Como llevamos tiempo advirtiendo, los accidentes de trabajo no traumáticos (infartos, ictus, derrames, etc) y los accidentes de trabajo de tráfico (in itinere e in mision) están causando en nuestra región el mayor número de muertes relacionadas con el trabajo.
Así como los accidentes de trabajo tradicionales están descendiendo, los no traumáticos y de tráfico cada vez representan más en términos de mortalidad y morbilidad, y además, con una tendencia preocupantemente creciente en el caso de los no traumáticos.
Los cambios en la forma de prestar el trabajo y la transformación de las relaciones productivas de nuestro país, imponen nuevas realidades laborales que acaban traduciéndose en un empeoramiento de las condiciones de trabajo, y por tanto, en un deterioro de las condiciones de seguridad y salud.
Llevamos muchos años trabajando en el control de los riesgos más tradicionales (seguridad, higiene, ergonómicos), esfuerzos que se van traduciendo en una reducción paulatina de los accidentes de trabajo clásicos. Sin embargo, hemos dejando de lado otros que permanecen deliberadamente ocultos y que suelen estar bastante presentes en estos accidentes de trabajo, sobre todo los de naturaleza no traumática. Nos referimos a los riesgos psicosociales.
Las patologías no traumáticas, como el infarto o el ictus, son eminentemente de carácter psicosocial. Están directamente relacionadas con el modo en el que el trabajo se organiza, diseña y gestiona, así como con el contexto social y económico del trabajo.
Por su parte, entre las causas de los accidentes laborales de tráfico, el factor humano se sitúa como la principal, por encima de factores externos como las condiciones climatológicas, tráfico, estado del vehículo etc., Ahora bien, cuando hablamos del factor humano debemos considerar las condiciones en las que dicho factor desarrolla su trabajo (falta de control de horarios, excesos de jornadas, dificultades para la conciliación de la vida familiar, personal y laboral, etc) y como afectan a su seguridad y salud (fatiga física y mental, problemas digestivos, estrés, etc,.).
Esta asociación cobra especial importancia sobre todo en ocupaciones como conductores de vehículos y maquinaria móvil, por tratarse del colectivo de mayor riesgo para este tipo de accidentes y que están sufriendo además, unas condiciones de trabajo y empleo muy precarias debido al auge del comercio electrónico y a un intenso proceso de deslaboralización.
Esto nos lleva a plantear la necesidad de desarrollar un Plan de Acción para la Prevención y Control de los Riesgos Psicosociales en las empresas de Castilla y León, en el que autoridad laboral y sanitaria trabajen en estrecha coordinación.
En Castilla y León, el V Acuerdo para la Prevención de Riesgos Laborales de Castilla y León (2016-2020), se ha desarrollado principalmente en torno a los riesgos laborales clásicos, sin prestar la debida atención a los riesgos psicosociales.
Se acerca el fin de la vigencia de dicho acuerdo y, por tanto, se abre una oportunidad para abordar con éxito el tratamiento de los riesgos psicosociales en nuestra región, a los que son aplicables el marco general de obligaciones empresariales, pero que requieren de técnicas diferenciadas de intervención y tratamiento.
El reto pendiente es muy importante. UGT Castilla y León considera necesario un nuevo escenario para avanzar en la prevención y protección de los trabajadores frente a los riesgos psicosociales.
Descargar el estudio de accidentes no traumáticos y de tráfico en Castilla y León 2009-2018
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