Casi un tercio de la juventud que sufrió un accidente laboral tenía un contrato inferior a 2 meses

Casi un tercio de la juventud que sufrió un accidente laboral tenía un contrato inferior a 2 meses

Los jóvenes españoles son carne de cañón de la precariedad y la alta rotación laboral y, por tanto, son los que sufren mayor riesgo de padecer accidentes de trabajo y sufrir enfermedades profesionales

El 29 % de los accidentes, que se produjeron en 2015 (último año con datos consolidados) lo sufrieron jóvenes. Además, a menor edad y menor duración de su contrato hay una mayor propensión a sufrir accidentes laborales (del total de accidentes con baja de jóvenes, el 30 % tenía un contrato inferior a 2 meses).
Esto tiene solución. Apostar por el empleo estable y con derechos y establecer sanciones para todas aquellas empresas que siguen incumpliendo la prevención de riesgos laborales. Una prevención que tiene que llegar al conjunto de los trabajadores y trabajadoras.
La reforma laboral del Gobierno del PP ha empeorado las condiciones laborales. Se ha disparado la temporalidad, la precariedad y la parcialidad de los contratos y esto afecta directamente a la seguridad y salud de todas las personas trabajadoras, en especial, a los colectivos que sufren más este tipo de contratos, como son los jóvenes.
Así, el 29% de los accidentes, que se  produjeron en 2015 (último año consolidado) lo sufrieron los jóvenes (137.286 menores de 35 años).  La gran mayoría fueron accidentes leves (136.621 accidentes); se produjeron 648 accidentes graves y 46 mortales (un 7% del total de accidentes graves).
Hay que destacar que a menor edad y menor duración del contrato se incrementa la probabilidad de sufrir un accidente laboral. Del total de accidentes con baja en los menores de 35 años (132.859), un 30% tenían un contrato inferior a 2 meses.
Por otra parte, los hombres jóvenes tienen mayor accidentalidad que las mujeres (un 72%, frente a un 36%) y por tipología, los accidentes in itínere (los que se producen en el camino al trabajo y viceversa) son similares en ambos géneros, si bien los accidentes mortales afectan más a las mujeres.
Lógicamente, al tener contratos de duración más corta los jóvenes tienen una incidencia menor a padecer enfermedades profesionales. Según las últimas cifras oficiales facilitadas por el Observatorio de Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social, correspondiente a 2016, del total de enfermedades profesionales registradas durante la jornada laboral (19.138), un 17% (3.239) corresponden a jóvenes menores de 35 años.
El 72% de las enfermedades profesionales que sufren los jóvenes tienen su origen en agentes físicos y afectan sobre todo a las mujeres, aunque no hay diferencias significativas (un 52% de mujeres, frente a un 48% de hombres).
Por tanto, desde UGT vemos completamente necesario la modificación de las políticas de empleo juvenil, que lleven a un mercado de trabajo más estable. Además, reivindicamos la importancia de potenciar los mecanismos de control y sanción de las empresas que persigan las malas prácticas y los abusos que reciben las personas trabajadoras, haciendo especial énfasis en aquellos sectores más precarios. Por último, queremos denunciar este modelo laboral que quiere normalizar el abuso sobre la juventud. Que hostiga a la persona joven y la condena a sufrir todo tipo de discriminación laboral, hasta afectarle, incluso, en la salud y seguridad propia.


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