ACTUACIÓN DE LOS DELEGADOS DE PREVENCIÓN EN LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD y SALUD EN LAS EMPRESAS DEL SECTOR AGROALIMENTARIO EN LA EVALUACIÓN DEL RIESGO BIOLOGICO EN MATADEROS.

ACTUACIÓN DE LOS DELEGADOS DE PREVENCIÓN EN LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD y SALUD EN LAS EMPRESAS DEL SECTOR AGROALIMENTARIO EN LA EVALUACIÓN DEL RIESGO BIOLOGICO EN MATADEROS.

Si bien en la actualidad existen indicadores que marcan que el 96,83% de las empresas españolas, manifiestan disponer de una política documentada, un sistema de gestión establecido o un plan de acción sobre Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) en su establecimiento, en la mayoría de los casos, para las micro empresas y las pequeñas empresas, el ámbito de aplicación y la eficacia de la gestión de la SST siguen constituyendo un reto particular.
Estos datos nos hace ver que dicho cumplimiento documental es meramente formal y que en las empresas en las que existe representación de los trabajadores, bien sea a través de los Comités de Seguridad y Salud (CCS) y/o sus delegados de prevención (DP), hay mas probabilidad de que la dirección asuma un compromiso con la SST y que se adopten medidas preventivas para abordar los riesgos laborales.
Ante estos datos, la mejora de las condiciones de trabajo y los SST se han de asentar sobre el convencimiento de que la prevención y la colaboración son dos valores fundamentales que deben guiar toda acción preventiva e impulsa la mejora efectiva de las condiciones de trabajo. La colaboración con la dirección de la empresa en la mejora de los aspectos preventivos de los trabajadores y delegados de prevención, significa, en esencia, hacer prevención.
La prevención, por tanto, no es un asunto exclusivo de la dirección de la empresa o de los técnicos de prevención, tal y como se ha indicado anteriormente. Los trabajadores, bien individualmente ó a través de los delegados de prevención, deben participar, ya que son los que mejor conocen los riesgos de sus puestos de trabajo.
Una concienciación y apuesta por la mejora de la prevención de riesgos laborales, no sólo beneficiaría a la salud y seguridad del trabajador, sino que también supondría una mejora de la seguridad y calidad del producto
Un claro ejemplo lo tenemos en las empresas del sector agroalimentario en especial en los mataderos, en los cuales la participación activa por parte de los delegados y delegadas de prevención en la organización y el proceso de evaluación del riesgo a agentes biológicos en la actividad en mataderos, es fundamental.
La adopción de las medidas preventivas en la empresa se basa en la identificación de los agentes biológicos en la empresa, el riesgo de exposición por parte de los trabajadores a los agentes biológicos presentes en el puesto de trabajo no vendrá determinado únicamente por la presencia de dichos agentes biológicos sino que también se han de considerar como parte fundamental de cualquier estudio las características del lugar de trabajo, en cuanto a humedad, temperatura, etc., y las características del puesto de trabajo, actividades, tareas, procedimientos, equipos, herramientas, etc., las cuales determinarán la mayor o menor exposición real y el riesgo de infección del agente biológico en el entorno laboral por parte del trabajador.
Una de las mayores preocupaciones de este sector es garantizar la seguridad y calidad del producto, debido a la repercusión que éste tiene en la salud del consumidor, por las enfermedades transmitidas por alimentos (implementación de sistemas de análisis de puntos críticos HAPPCC, sistemas de calidad alimentaria basados en las normas ISO 22000; IFS ó BRC).
Participación de los delegados de prevención.
Los delegados de prevención han de participar de forma activa en la confección e implementación de los procedimientos de control, limpieza, desinfección y formación recogidos en el sistema HAPPCC y/ó los sistemas de calidad alimentaria implantados en la empresa, recordar que conforme a la LPRL los delegados de prevención deben ser “consultados sobre la planificación y organización del trabajo en la empresa”.
Otro de los aspecto importantes que los delegados de prevención han de tener en cuenta es colaborar y acompañar a los técnicos de prevención que vayan a realizar la Evaluación del Riesgo Biológico (ERB) de la empresa, ya que es fundamental poder “hacer observaciones”, sobre las funciones y tareas realizadas en las instalaciones y en los puestos de trabajo.
Es importante destacar que la metodología utilizada por los Servicios de Prevención Ajenos, en cuanto a la identificación de los agentes biológicos en las empresas, se basan en una relación de agentes biológicos que “previsiblemente” pueden estar presentes en las instalaciones, sin considerar otros factores determinantes en este tipo de evaluaciones de riesgo como son los datos epidemiológicos existentes de enfermedades infecto-contagiosas y el estudio exhaustivo de los procedimientos de trabajo.
Esta relación de agentes infecciosos se ha confeccionado en base al Apéndice 14 “Riego biológico en distintos sectores de actividad” de la Guía Técnica para la evaluación de riesgos biológicos del INSHT donde se establecían los principios básicos y directrices que deben tenerse en cuenta a este respecto. No obstante, a pesar de contener aspectos de innegable interés, dicha guía presenta dificultades para su aplicación práctica en actividades donde no se manipulan deliberadamente agentes biológicos, pero en la que los trabajadores se hallan expuestos a los riesgos que se derivan de la presencia de microorganismos, situación que se da en el sector.
Por tanto consideramos que una valoración realizada en base a “una lista de posible presencia de agentes biológicos” no es efectiva.
En la actualidad existen herramientas que permiten evaluar de una forma eficaz la exposición a agentes biológicos por los servicios y técnicos de prevención. Un ejemplo lo tenemos en el “Manual práctico para la evaluación del riesgo biológico en actividades laborales diversas. BIOGAVAL” del Instituto valenciano de Seguridad y salud en el Trabajo (INVASAT). Razón por la que puede ser un instrumento muy útil para evaluar la exposición al riesgo biológico en actividades donde la exposición no es deliberada, como es el sector de los mataderos.
Por otro lado, los delegados y delegadas de prevención deben verificar la existencia de protocolos y/o procedimientos de actuación de emergencia biológica en la empresa, ante la presencia de animales enfermos detectados bien en las inspecciones antes y post-morten realizadas por el veterinario Oficial de la administración o en los controles y criterios de los procedimientos de la empresa en cuanto a seguridad alimentaria. Para aquellos mataderos que manipulen MER y SANDCH verificar las medidas de prevención y control.
Asimismo, deben verificar que en los planes de formación en prevención de riesgos laborales se incluyan los procedimientos del sistema de seguridad alimentaria de su empresa, y que se garantiza el derecho a una protección eficaz y adecuada a la salud, a través del servicio de vigilancia de la salud de la empresa.
Por último, los representantes de los trabajadores deben solicitar a la empresa ser informados sobre los daños producidos en la salud de los trabajadores, en los términos establecidos en el artículo 22.4 y el artículo 36.2. de la LPRL, y ejercer una labor de vigilancia sobre las medidas preventivas y de control que la empresa, tenga implantado conforme a su sistema de seguridad alimentario en base a HAPPCC, ISO 22000, IFS o BRC.

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