ACCIDENTES DE TRABAJO AUMENTA POR ENCIMA DEL 4% . SE CONFIRMA LA TENDENCIA AL ALZA DE LOS DOS ULTIMOS AÑOS.

ACCIDENTES DE TRABAJO AUMENTA POR ENCIMA DEL 4% . SE CONFIRMA LA TENDENCIA AL ALZA DE LOS DOS ULTIMOS AÑOS.

En el primer semestre de 2017 se han registrado en nuestra Comunidad Autónoma 12.120 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral, incrementándose en un 4,33% respecto al mismo periodo del año anterior y 260 enfermedades profesionales con baja, lo que supone un aumento del 7,88%.
Por grados de lesión, suben todos. Los leves un 4,31 %, los graves un 7,06 % y los mortales un 6,25 %.). Incremento que a su vez afecta a todos los sectores de actividad: en Construcción se han registrado 71 accidentes más que en el mismo periodo de 2016 (+5,75 %), en Industria 293 más (+8,98 %), en Servicios 84 más (+1,32 %) y en Agrario 55 más (+7,06 %).
En términos absolutos, 21 trabajadores de nuestra Región han perdido la vida con motivo de su trabajo, 17 en su puesto y 4 en el trayecto de ida o vuelta, y 106 han sufrido heridas muy graves, incrementándose por tanto no sólo el nº de accidentes sino también la gravedad de los mismos.
Los accidentes graves crecen de manera muy alarmante en el sector agrario (63,64%), y los mortales en industria y construcción con u 505 y 100% respectivamente.
Por lo que se refiere a las enfermedades profesionales, la denuncia sigue más presente que nunca. A pesar del incremento, aún son muy pocas las enfermedades profesionales que se declaran. Las 260 enfermedades profesionales declaradas, dan testimonio de la evidente infradeclaración de este tipo de contingencias que caracteriza a nuestro sistema de declaración
UGTCyL viene alertando desde hace tiempo que bajo el pretexto de la crisis, son muchas las empresas que han dejado de lado sus políticas preventivas, reduciendo cuando no eliminando por completo, las inversiones en esta materia.
Venimos denunciando además, que las enfermedades profesionales siguen silenciadas, atrapadas en ese entramado de intereses (INSS/MUTUA) conocido y consentido por el Ministerio de Empleo.
Venimos advirtiendo de manera reiterada que la crisis económica (y naturalmente las medidas que la han acompañado) ha transformado de manera radical el modelo de relaciones laborales.
La vía elegida para salir de la crisis es una espiral de austeridad y devaluación interna en la que la negociación colectiva pierde peso, las relaciones laborales tienden a la individualización, la precariedad define un mercado de trabajo en el que la contratación temporal y a tiempo parcial y la alta rotación entre empresas ganan espacio a marchas agigantadas y las altas tasas de paro y el miedo a perder el empleo convierten en papel mojado los derechos de trabajadoras y trabajadores. En este contexto, el legislador ha decretado la unilateralidad empresarial como forma de gestión de la prevención en las empresas españolas. Y todo esto, ha supuesto un coste sobre la salud y seguridad de los trabajadores.
Venimos exigiendo también, más medios y recursos para una Inspección de Trabajo que consideramos esencial para el control del cumplimento de las normas, y mayor dotación para las Unidades de Seguridad y Salud, fundamentales para el desarrollo de campañas de control y asistencia técnica.
Como también mayor control de la Administración para que aquellas empresas que han sido sancionadas con carácter grave por incumplir sus obligaciones preventivas, no puedan contratar con las administraciones públicas la realización de obras y servicios. Además, reivindicamos que los aspectos relacionados con la política preventiva de las empresas, así como los recursos de los que disponen y el grado compromiso con la seguridad y salud de los trabajadores, sean elementos esenciales de cualquier proceso de licitación y posterior concesión, pública.
Además, es imprescindible contar con el delegado territorial en Castilla y León, que cubra el vacío de representación específica que en estos momentos hay en el 95% de las empresas de nuestra Comunidad, garantizando el cumplimiento de las normas preventivas en las pymes y micropymes y por tanto, incrementando los niveles de seguridad en estas pequeñas unidades productivas.
Creemos que para romper este círculo vicioso de empobrecimiento y recortes pasa por poner fin a las políticas de austeridad y dar paso a una progresiva transformación del modelo productivo de nuestro país que permita la democratización de las relaciones laborales, el ejercicio efectivo de derechos, la interiorización de la cultura preventiva en las empresas y la generación de un sistema preventivo dinámico que anticipe los nuevos riesgos laborales emergentes.

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